viernes, 23 de octubre de 2009
Las mujeres tienen el control remoto
El camino que hubo que recorrer para ver un papel como el de Alicia Florrick en The good wife fue largo y, para las espectadoras femeninas, bastante sufrido, plagado de mujeres en TV casi inexistentes o principalmente ornamentales.
Muy opuesto al rol de Julianna Margulies en la serie que debuta por Universal: una mujer fuerte que saca adelante a su familia luego de que su marido, un político "correcto", protagoniza un escándalo sexual que queda al descubierto.
Ya era hora de que Hollywood se pusiera al día, pero no es que de pronto se hayan iluminado y dejado atrás el machismo, o que les haya dado un ataque de altruismo.
Las razones para que gente como Glenn Close, Sally Field y Holly Hunter estén en TV y tengan entre manos roles con sustancia y poder, tiene explicaciones harto más terrenales: los ejecutivos de los canales finalmente se dieron cuenta de que es el público femenino el que tiene el control remoto en la TV estadounidense, y que es uno de los más fieles con las series que las conquistan.
El rol masculino protagónico por estos días tiene una sola cara: el sabelotodo. La lista la encabeza el sobrevalorado Gregory House de Dr. House y tiene su peor ejemplo en el intragable Horatio Caine de CSI: Miami, cuya existencia debería insultar intelectualmente hasta al espectador menos comprometido.
Pero el nuevo paradigma, aunque homogéneo y a estas alturas algo agotador, dio espacio para que las actrices se quedaran con los papeles con un poder con matices, y por lo tanto, más real y rico. Glenn Close no necesita ser casi clarividente para aterrorizar en Damages, y Sally Field no necesita leer la mente para sostener a su familia en Brothers and sisters.
Como generalmente ocurre en Hollywood, el punto medio casi no existe. Y aunque los papeles de mujeres fuertes se acumulan, la mayoría todavía deja mucho que desear y aparecen roles que resultan ofensivos. Algo así se acaba de ver en The vampire diaries (desde ayer por Warner).
Ahí el punto de la serie es la relación entre los hermanos vampiros Stefan y Damon, pero Elena, que se supone debe causar el amor apasionado de ambos, no es más que un adorno, una excusa para la pelea de los rivales. No hubiese costado mucho darle valor más allá de su función de interés romántico, pero aparentemente era mucho esfuerzo para los creadores, que prefirieron apostar a que el público estaría demasiado distraído por el atractivo de sus dos protagonistas masculinos para darse cuenta.
El género en ningún caso es excusa: a la mano está Buffy, una mujer fuerte fundadora.
Fuente: www.latercera.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario